
Siente madame
un grito y su aullido que gime en su superficie
calla
aquella búsqueda del secreto mágico que neutraliza
En el botiquín,
talismales y amuletos con etiquetas de vidrio
se mira
ve su reflejo
se mira
y angustia
Al final
repite
reza
se conforma
se perdona
Artaud, el poeta, nunca perdió la fe
pero ella,
perdió la belleza.
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