21 de noviembre de 2008

Si en realidad...

fuera todo una realidad, sería trágico.

No es la muerte.
Creo que se trata de tu muerte.

No muero. Sólo agonizo.

No veo cómo penetra. Veo que ya está aquí.
No lo siento. Me enferma.

Una infección
y vomito sobre tu cara las
palabras más justas
que el dios haya creado.

Repliego en dolores
sucios
de los golpes
para que caiga.

Sin embargo,
te veo morir.

Helena me dijo estar en los ojos de todos.
Obedecí.
Y por ser reflejada
mi propia luz me cegó.

No lo vi venir.

Pero
no es la muerte.
Es tu propia muerte.

Reencarnarás.
Pero prometo volver a verte morir.


Al hermoso Troyano que me obligó a un receso.

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